miércoles, 2 de septiembre de 2009

Historia de Papillon

El mundo artístico los vio nacer el 17 de abril de 1997, en la discoteca más popular de Tarapoto, ‘Papillón Discotek’, de la cual posteriormente asumen su nombre.

Desde entonces y gracias a su incansable trabajo musical, estilo propio y sencillez, han sabido sumar éxitos, premios y especialmente miles de seguidores en todo el país, ubicándose actualmente como el grupo selvático más aclamado del Perú.

Inicialmente, fueron amos y señores de las discotecas del oriente. No había fiesta ni pista de baile de la selva que no reclamara su música, especialmente su show ‘Jueves, cárcel para Mujeres’ en la discoteca “Papillón”, cuna de su origen musical.

En 2001 eran ya todo un ‘boom’ a lo largo y ancho de nuestra amazonía. Con llenos totales realizaban conciertos en Iquitos, Pucallpa, Moyobamba, Juanjuí, entre otros lugares donde sus primeros hits “Rogaré”, “Cómo hago” y su exitazo mayor “¿Qué pasó?” causaban furor entre el público cumbiambero.

“Papillón… la del rico vacilón” (2002) fue su primera producción discográfica, con éste CD conquistan el difícil mercado norteño, especialmente Trujillo, desplazando incluso a conocidas orquestas del lugar. Pero en Lima logran imponerse con su hit “¿Qué pasó?” en la voz de su cantante fundador Carlitos Urresti.

Entre tanto, a inicios de 2008 experimentan su mayor despegue a nivel nacional, cuando José Zelada Gómez, reconocido empresario artístico y amigo entrañable de Tato Reátegui, asume la representación general del grupo. Y tras sumar fuerzas logísticas y financieras concreta el gran ‘jale’ de Esaud Suárez, una de las voces más frescas, queridas e importantes de la movida tropical actual.

Bajo la producción de Zelada remecen la escena cumbiambera con sus exitazos “Triste payaso”, “Porque te quiero”, y especialmente con su pegajoso tema ‘El baile del gusano’, canción que se convirtió en el Disco Verano 2009 en diversas radios tropicales de todo el país.

Actualmente, Papillón presenta 17 músicos en escena, teniendo una de las delanteras más versátiles de la cumbia con las voces de Esaud Suárez, Carlos Urrestti, Frank Mendoza, Elvis Atoche, Micky Briceño y animación del carismático Nilton “Lorito” Miñano.

En el 2008, fueron nominados a cuatro títulos del Premio Anual Apdayc 2008, conocido “Grammy Cholo” que a fin de mes congratulará a los artistas nacionales más destacados del año pasado. “Estamos en las categorías Mejor Grupo Revelación, Mejor Cantante de Cumbia (Esaud Suárez), Mejor Cumbia Nacional (Triste payaso) y Mejor Arreglo Musical”, revela Zelada.

Asimismo, de la mano de “JZ Producciones” los amazónicos realizaron una exitosa gira por el vecino país de Argentina, en las ciudades de Córdova, Buenos Aires, Virreyes y La Plata, donde miles de compatriotas y gauchos abarrotaron sus diferentes shows.

Hoy por hoy “Papillón” va camino a convertirse en la mejor orquesta de 2009. Su cumbia sentimental, inédita, con estilo propio y original, inspirada en el amor y desamor, conquistan miles de seguidores, tanto que su programa radial “La hora del Vacilón con Papillón” que transmite Radio Unión (103.3 FM) de lunes a viernes de 3 a 4 pm. es uno de los más sintonizados por el público cumbiambero.

17 músicos en escena teniendo una de las delanteras más versátiles de la cumbia como lo son las voces de :

Esaud Suárez,

Carlos Urrestti,

Frank Mendoza, Elvis Atoche,

Micky Briceño

Y animación del carismático e irreverente Nilton “Lorito” Miñano.

La cumbia peruana es un género musical popular del Perú, producto de la fusión de la cumbia originaria de Colombia, el rock y ritmos nativos del Perú.

La cumbia peruana no es un género unificado desde el punto de vista del estilo. Posee muchas variantes, tanto geográficas como temporales y continuamente se va fusionando con otros géneros (como el huayno, la salsa, el merengue e incluso el bolero) y también se producen fusiones entre los distintos subgéneros que lo conforman.

En Lima de comienzos de la década de 1950 la inmigración andina había alcanzado proporciones masivas. Dentro de este contexto se desarrolló un mercado interno urbano conformado por los inmigrantes andinos que permitió al huayno (su baile y canción más popular) llegar al éxito comercial en la capital.

Llegada la década de 1960, cuando el huayno comercial estaba en su punto máximo, ingresa al Perú la cumbia, un género musical que, de manera similar al huayno, se originó como expresión tradicional y campesina en la costa atlántica colombiana. Casi de inmediato ganó la aceptación popular a través de grupos como "Los Corraleros de Majagual", "Los Graduados", "Los Black Stars", "La Sonora Dinamita" o "Los Teen Agers", y se unió a los estilos musicales que la población urbana del Perú (afincada en la costa) ya disfrutaba: la rumba cubana, el merengue dominicano y el mambo de Pérez Prado.

Sin embargo, a diferencia de estos estilos, la cumbia también logró ingresar con fuerza en el interior del país, en las zonas rurales de la sierra y la selva.[3]

Fueron apareciendo los primeros grupos locales de cumbia, que en sus primeras grabaciones no buscaron innovar el estilo original; incluso se nombraba al estilo con el nombre compuesto de "cumbia colombiana". Eran grupos de todos los lugares del Perú, pero algunos de los más llamativos eran del valle del Mantaro, cerca a Huancayo. Es el caso del grupo "Los Demonios del Mantaro" de Carlos Baquerizo Castro, que tocaba la cumbia al estilo de los conjuntos colombianos. Su canción "La Chichera" se convirtió en uno de los primeros éxitos en cumbia a fines de 1965 y se le menciona frecuentemente como uno de los probables orígenes del término chicha aplicado al estilo andino de la cumbia peruana.

La exitosa sonoridad de Los Demonios del Mantaro, basada en el saxo, clarinete, güiro, armónica (rondín) y batería, inspiró a diversas orquestas nacionales como "Los Compadres del Ande" y "Los Ases de Huarochirí", pero también a otras internacionales. Muestra de ello es que, en 1966, Discos Fuentes incluyó una versión de La Chichera interpretada por Los Golden Boys en la antología de los temas más importantes del año que solía realizar para navidad: Los 14 Cañonazos Bailables.